viernes, 8 de agosto de 2014

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Teorías acerca del origen del Estado





Nombre: Delfina Quijada Valdés.
Matrícula: 9200208
Dirección URL del Blog: http://quijadaensociales.blogspot.mx/


Propósito: Acercar al estudiante al núcleo temático de Contrato Social de la asignatura de Estructura Socioeconómica de México I,  de forma  dinámica, crítica y reflexiva.


Teorías acerca del origen del Estado. Introducción



TEORÍAS ACERCA DEL ORIGEN DEL ESTADO

1. INTRODUCCIÓN
Ya hemos visto que una de las costumbres o manías más arraigadas del ser humano es vivir en sociedad, así como establecer normas para organizar la convivencia pacíficamente. También es cierto que en muchas ocasiones sentimos la sociedad como una limitación de nuestra libertad, como algo que debería ser mejor de lo que es.  A continuación leamos esta pequeña colección de citas para intentar aclarar y discutir nuestra posición personal sobre el tema:
  • La sociedad es en todos los sitios una conspiración contra la personalidad de cada uno de sus miembros. Emerson
  • La base de todas las sociedades grandes y duraderas ha consistido, no en la mutua voluntad que los hombres se tenían, sino en el recíproco temor. Hobbes
  • Si no hubiera sido inventada la sociedad, el hombre hubiera seguido siendo una bestia salvaje, o, lo que viene a ser lo mismo, un santo. Mijail Aleksandrovich Bakunin
El Estado es una creación humana surgida de la necesidad defensiva de un grupo frente a los ataques contra las personas y las propiedades de otro grupo. Es una asociación de tipo político, establecida, consentida o sufrida por la sociedad civil, y cuya misión consiste en organizar y dirigir la convivencia mediante instituciones diversas: sistema legal, judicial, ejecutivo, defensivo. Generalmente ejerce legalmente el monopolio de la violencia y la relación con otros Estados. El gobierno es el conjunto de personas que tienen la función de dirigir el Estado. La nación es un conjunto de personas que comparten un origen, una lengua, una cultura y que generalmente se establecen en un territorio (aunque existen naciones que carecen de él o naciones diferentes que conviven es el seno de la organización política de un Estado)
TEORÍAS SOBRE EL ESTADO
Básicamente existen dos grandes planteamientos en torno a la idea de Estado y su relación con el individuo: la organicista y la contractualista. Ambas tratan de ofrecernos una teoría sobre la legitimación del Estado, es decir, qué justifica la existencia del Estado y su competencia para dirigir un gobierno. Expliquemos brevemente qué entendemos por ambas posiciones.
 EL ESTADO COMO ORGANISMO.
Tal como su propio nombre indica, esta concepción considera el Estado como un gran organismo constituido por miembros: los individuos. El Estado tiene un origen natural y no contractual. Al igual que ocurre con un cuerpo, si amputamos una de las piernas, el cuerpo no perece, y la pierna no puede subsistir separadamente (no como ocurre con la mano andarina de la familia Monster), así, el Estado puede subsistir sin algunas de sus partes, pero las partes no pueden subsistir o vivir bien por sí mismas.  En una sociedad cada individuo cumple una función específica, y como diría Rawls, la sociedad es una empresa para el beneficio mutuo: nos necesitamos. Pero las funciones necesarias pueden ser realizadas por distintas personas, de tal manera que ningún individuo como tal es imprescindible porque su función puede ser realizada por otro. Esa es la razón por la que se dice que el Estado es anterior al individuo, no en el orden cronológico, sino en el orden lógico, en su importancia. Se sostiene también que el individuo aislado es una abstracción, una idea y no 



una realidad (la mayoría de las personas viven en algún tipo de comunidad y no totalmente aisladas); y el Estado, por el contrario, es considerado como lo verdaderamente real, tal es la posición de Platón, Aristóteles ,filósofos de la antigüedad  y Hegel, por ejemplo.Según Aristóteles, genéticamente, el individuo y la familia son anteriores al Estado (polis), pero naturalmente, no. Las familias surgen de la necesidad de la especie humana para procrear y subsistir como especie. Esta es la unión primera entre hombres. Luego surge la aldea o pueblo como agrupación necesaria para satisfacer las necesidades primarias y cotidianas. Una familia no puede procurarse a sí misma de todo lo necesario. La ciudad-estado es la culminación de este proceso. Su fin no es ya la subsistencia. No se trata ya de vivir, sino de "vivir bien"; es decir, de procurar la felicidad a todos sus miembros.
Así el Estado se comporta como si fuera un organismo o un "ser vivo" que, como cualquier otro, tiende a un fin: la felicidad de los ciudadanos. Aisladamente, los hombres no podemos lograr nuestro fin: la felicidad. Necesitamos de la animales políticos (zoo politikón), que desarrollan sus fines en el seno de una comunidad.
comunidad política para conseguirlo: somos
 Esta prioridad del Estado frente al individuo no supone, sin embargo, que Aristóteles defienda alguna clase de totalitarismo político o de anulación de las diferencias humanas. El Estado no es ningún fin en sí mismo, sino que su fin (telos) es la felicidad y la perfección de los ciudadanos. Ética y política se abrazan siempre. La justicia es la virtud que asegura y consolida el orden en la polis, armonizando, equitativamente, los derechos y los deberes de todos los miembros de la comunidad. La postura política aristotélica es "naturalista". El Estado es algo natural. No es fruto de un pacto o acuerdo entre hombres (contractualismo), sino que es consecuencia de la propia naturaleza humana.



Tomás de Aquino(s. XIII) en su obra La Monarquía sostiene casi de modo idéntico posiciones como la de Aristóteles, y afirma que sólo en seno del estado y gracias al gobierno del rey es posible que los seres humanos se mantengan unidos en la búsqueda del bien común.
Hegel en el siglo XIX también sostuvo una posición organicista y subordinó totalmente el individuo al Estado.


Ejercicio: Realiza en tu cuaderno un breve resumen de la lectura anterior


















jueves, 7 de agosto de 2014

Teorías del contrato social


B. EL ESTADO COMO CONTRATO

Esta segunda teoría sobre el Estado intenta explicar la legitimidad del Estado negando que este sea natural, sino que, al contrario, es fruto de convenciones humanas, de pactos entre individuos que acuerdan organizar la sociedad mediante leyes (no naturales) e instituir un gobierno con poder coactivo, legislativo y ejecutivo (el tipo de gobierno que las distintas posiciones defienden es muy variado, tal como tendremos ocasión de ver en el cuadro). Al contrario que para la concepción naturalista (organicista) el Estado es una abstracción y sólo existe por la voluntad de los individuos, es posterior a ellos y está a su servicio, para salvaguardar los derechos individuales.

Los antecedentes de las teorías contractualistas se remontan a los sofistas y a los epicúreos. Tal como dice Platón en La República, los sofistas mantenían que los primeros seres humanos llegaron a la conclusión de que era mejor establecer pactos para defenderse de la injusticia y otros daños. Sin embargo, las teorías del contrato clásicas son las que surgieron durante los siglos XVII y XIII, cuyos principales exponentes son Hobbes, Locke y Rousseau.
Las teorías clásicas tienen en común los siguientes puntos:
a) Parten de la hipótesis de un Estado de naturaleza, anterior a la constitución de una sociedad regida por leyes positivas en el que los individuos tenían derechos naturales
b) Sostienen que a través de un contrato social los individuos deciden constituir una sociedad civil regida por leyes positivas, surgiendo así el Estado, con el fin de solucionar algunos problemas del estado de naturaleza.
c) El tipo de Estado que se establece es diverso: absolutista, liberal o democrático.















HOBBES: ESTADO ABSOLUTISTA

Hobbes en su obra  Leviatán de 1651 sostiene que en el estado de naturaleza prevalece el estado de guerra de todos contra todos. Parte de una concepción de la naturaleza humana malvada: “El hombre es un lobo para el hombre”, es egoísta, agresivo, ambicioso e insaciable y es capaz de cualquier cosa para conseguir lo que desea, y siempre desea algo más. Como en un estado semejante no es posible prosperar ya que no hay paz y siempre está en peligro la vida y la propiedad.
 


Los individuos deciden establecer un pacto y ceder todos sus derechos a favor de un gobernante (que puede ser una persona o una asamblea, aunque claramente Hobbes defiende una monarquía absolutista) de tal manera que el Estado, el Leviatán (monstruo marino babilónico que aparece en la Biblia, y cuya imagen usa Hobbes para simbolizar el poder arrollador del Estado) ejerce un poder omnímodo sobre los individuos, que pasan a ser considerados súbditos. Bajo la soberanía de Estado se garantiza paz , porque sin Estado no hay sociedad entre los hombres, sino un mero estado natural de desconfianza y terror mutuo.El Estado tiene el derecho absoluto a establecer leyes o a incumplirlas. El soberano determina qué es lo políticamente aceptable y lo moral: lo justo y lo bueno  coincide con la voluntad del soberano. El soberano es el único poder legislativo y el Estado la única fuente del derecho. Incluso en los asuntos de índole espiritual o religiosa es el soberano quien tiene la máxima autoridad.









LOCKE: ESTADO LIBERAL

Se considera a Locke es el padre del individualismo liberal y posesivo. En el segundo "Tratado sobre el gobierno civil" (1690) condensó lo esencial de su pensamiento político, reflejando la opinión de la ascendente clase burguesa.
Según Locke, el hombre es un ser racional y libre cuya máxima aspiración es la felicidad. El fin de la política, de la gestión de los asuntos comunes, es el mismo que el del individuo: la búsqueda de la felicidad que sería imposible sin la paz, la armonía y la seguridad. Así, no hay felicidad sin garantías políticas y no hay política que no deba tender a extender una felicidad razonable.
Locke desarrolla una teoría política del contrato para explicar el origen de la sociedad humana y determinar  de dónde procede la legitimidad del gobierno. Al contrario que su compatriota Hobbes, considera que los hombres no son malvados por naturaleza, y que el absolutismo es inadmisible, ya que atenta contra las libertades individuales. Los principales ejes de su filosofía política son: Teoría del contrato; paso del estado de naturaleza a la sociedad civil; propiedad privada; división de poderes, legitimidad del gobierno y resistencia frente a los atentados que amenazan las libertades individuales.
Supone como hipótesis metodológica la existencia de un primer estado de naturaleza. Contrariamente a Hobbes, Locke estima que el estado de naturaleza es un estado pacífico en el que rige la ley moral natural en la que los individuos racionales se saben sujetos de derechos y deberes. Entre ellos, Locke destaca: el derecho a la propia conservación, a defender su vida, a la libertad, y a la propiedad privada, que es una de las cosas necesarias para preservar su existencia...  El estado de naturaleza se caracteriza por la libertad e igualdad de todos los hombres y  en la ausencia de una autoridad común. Los hombres se mantendrán en ese estado hasta que, por su propio interés, decidan establecer un pacto para garantizar derechos y libertades frente a los posibles conflictos que en el estado de naturaleza puedan surgir. Mediante el pacto, los hombres renuncian a parte de su libertad para hacer lo que le parezca oportuno para su salvaguarda individual, y renuncian a su derecho natural de castigar las posibles ofensas. En definitiva, renuncian a cierta cota de poder ejecutivo y legislativo, pero no renuncia a su libertad. Mediante el pacto surge la sociedad civil. Las ventajas de la sociedad civil consisten en que los hombres disponen de una ley escrita que define la ley natural., evitando controversias sobre ella; se establece un sistema judicial que goza del reconocimiento general y evita arbitrariedades; se crea un poder capaz de castigar crímenes, y de obligar a ejecutar las sentencias y, por último, se conserva la propiedad privada.
Para Hobbes el mismo acto del contrato generaba simultáneamente la saciedad civil y el Estado. Para Locke no es este el caso: la relación entre el gobierno y sus súbditos queda definida como mandato, es decir, como el encargo de una tarea... Así, mediante el pacto se constituye la sociedad civil y, posteriormente, el pueblo se constituye en asamblea y elige un gobierno al que confía una tarea. Ambos momentos constitutivos están claramente diferenciados.
El poder político lo detenta el gobierno libremente elegido por el consenso de los ciudadanos. Se trata de un gobierno no centralizado, al contrario de lo que sucedía en el absolutismo. La garantía de que no se produzca abuso de poder radica en una estricta división del mismo en tres ámbitos diferenciados que deben ser detentados por personas distintas. La división de poderes se estructura como sigue:
1. El poder legislativo constituye el poder supremo en sentido estricto (Asamblea.), pero no es un poder absoluto: tiene que responder de la confianza puesta en él y respetar la ley moral natural. No es de carácter permanente.
2. El poder ejecutivo es el encargado de realizar los mandatos del legislativo.
3. El poder federativo encargado de la seguridad del Estado y de las relaciones con el exterior. (Nota: para Locke el poder judicial no es un poder independiente, siendo sólo un aspecto del ejecutivo).
Por último, hemos de hacer mención al derecho a la resistencia frente a un ejercicio del poder injusto, arbitrario o ineficaz. A este respecto la teoría de Locke es de inspiración conservadora; el reconocimiento del derecho de resistencia es un medio para hacer reflexionar al monarca y para hacerle respetar la legalidad. Permite alejar el peligro de una revuelta popular, pero no constituye en absoluto una invitación a la sublevación. En definitiva, el derecho de resistencia es para Locke un llamamiento a la prudencia y al compromiso. La rebelión está justificada cuando el monarca o el poder legislativo actúan de modo contrario a su cometido. En este caso es el pueblo el que ha de juzgar, porque la soberanía reside en última instancia en el pueblo.

ROUSSEAU

Obra de gran polémica en su tiempo, el Discurso (1750) arranca de una hipótesis contraria a la mantenida por Hobbes. Rousseau concibe que el estado natural del hombre, antes de surgir la vida en sociedad, era bueno, feliz y libre. El buen salvaje vivía independiente, guiado por el sano amor a sí mismo.






 Este estado natural es:
"un estado que no existe ya, que acaso no ha existido nunca, que probablemente no existirá jamás, y del que es necesario tener conceptos adecuados para juzgar con justicia nuestro estado presente",
Es decir, se trata de una hipótesis que permite valorar la realidad actual: el estado social, aquel en el que el hombre se aparta de la naturaleza para vivir en comunidad, guiado por el egoísmo, el ansia de riqueza (propiedad) y la injusticia.
Discurso sobre el origen y el fundamento de la desigualdad entre los hombres (1754), en la que lleva a cabo una dura crítica de las instituciones políticas y sociales como grandes corruptoras de la inocencia y bondad naturales del hombre. Rousseau analiza el tránsito del hipotético estado de naturaleza al estado social como una degeneración (no un progreso) producto de las desigualdades sociales que surgen con la propiedad privada, el derecho para protegerla, y la autoridad para que se cumpla ese derecho.
"El primer hombre a quien, cercando un terreno, se lo ocurrió decir esto es mío y halló gentes bastante simples para creerle fue el verdadero fundador de la sociedad civil. ¡Cuántos crímenes, guerras, asesinatos; cuántas miserias y horrores habría evitado al género humano aquel que hubiese gritado a sus semejantes, arrancando las estacas de la cerca o cubriendo el foso: «¡Guardaos de escuchar a este impostor; estáis perdidos si olvidáis que los frutos son de todos y la tierra de nadie!» (Rousseau Discurso...Desigualdad, segunda parte)
Las leyes establecidas en toda sociedad son siempre las leyes que defienden al poderoso, al rico y a su poder frente a los no poseedores de propiedad, a los pobres. La propiedad privada y el derecho han creado un abismo entre dos clases: la clase de los propietarios, de los poderosos y de los amos, frente a la clase de los no propietarios, pobres y esclavos. Esta situación no es superable, según Rousseau, pero puede ser mitigada a través de una sana vuelta a la naturaleza y una educación que fomente el individualismo y la independencia del hombre.  
En El contrato social (1762), Rousseau manifiesta otra manera de remediar la degeneración a la que nos ha conducido la vida social: "el hombre nace libre, pero en todas partes se encuentra encadenado". Las injusticias sociales y las diferencias de clase pueden mitigarse no sólo a través de la educación, sino transformando el orden social desde el interior de la sociedad misma, y sin violencia. Los hombres deben establecer un nuevo Contrato Social que los acerque a su estado natural. Este contrato no es un pacto o convenio entre individuos (Hobbes) ni un contrato bilateral (Locke). El nuevo contrato social es un pacto de la comunidad con el individuo y del individuo con la comunidad, desde el que se genera una "voluntad general" que es distinta a la suma de las voluntades individuales y que se constituye en fundamento de todo poder político. La soberanía ha de emanar de la voluntad general, siendo indivisible (contra Locke y Montesquieu, Rousseau no es partidario de la separación de poderes) e inalienable (la ley procede de la Voluntad General y sus ejecutores son, por lo tanto, sustituibles). La libertad individual ha de constituirse, a través de la Voluntad General, en libertad civil y en igualdad.